La palabra Reiki, de origen japonés, significa Energía Vital Universal. Cuando damos Reiki, la Energía Universal se une a la individual transmutándola. Como técnica fue redescubierta a fines del siglo pasdo por Mikao Usui. El Reiki se transmite a través de las manos, El objetivo es lograr una armonización general de los planos físico, emocional, mental y espiritual. En el plano físico, ayuda a la liberación de toxinas, realizando un profundo trabajo de purificación y movilizando las propias fuerzas curativas del organismo. Puede aliviar zonas doloridas y es de gran ayuda en el caso de enfermedades serias, acompañado cualquier tipo de tratamiento que se esté haciendo. Emocionalmente, trabaja sanando situaciones no resueltas que pueden estar interfiriendo el momento actual del paciente. A nivel mental, el Reiki ofrece una ampliación del propio potencial, estimulando la intuición y la creatividad. En una sesión de Reiki se busca lograr un clima meditativo, de aquietamiento mental que favorece la disminución del stress y una apertura a niveles más sutiles. En el plano espiritual tiende a una expansión de la conciencia y a la percepción de unión con la Totalidad. Se sugiere comenzar el tratamiento con cuatro sesiones consecutivas, y luego establecer la frecuencia según la necesidad.